Albacete por la Paz se concentrará en el Altozano el próximo domingo 3 de octubre a las 20 horas.
El próximo día 7 de este mes de octubre se cumplirán nueve años de la intervención militar en Afganistán. Nos hemos acostumbrado, por influencia de la publicidad y de las mentiras gubernamentales, a considerar nuestra participación en aquel país como una misión legal.
El actual partido en el Gobierno se unió en su día a los que decíamos ¡OTAN NO! y más tarde se unió a los que decíamos ¡NO A LA GUERRA! Pero, en su momento, cambió de postura ideológica e hizo posible que hoy estemos en la OTAN y que participemos en la Guerra de Afganistán con 1.659 soldados y armamento de diverso tipo. Además de ser una invasión en toda regla, con los correspondientes costes en vidas inocentes, se trata de la misión militar más cara en la Historia de España y en la que han perecido ya 93 soldados de dicho ejército.
El pasado 29 de agosto leíamos en el diario Público unas declaraciones de Antonio Estella, experto en asuntos internaciones de la Fundación Ideas, presidida por el ex ministro Jesús Caldera. Textualmente en esas declaraciones comentaba que “Cuando la misión en Afganistán cumpla sus objetivos el mundo será mejor y eso no tiene precio”, es decir el mismo discurso que decían los maquinadores del genocidio iraquí.
Tras el atentado realizado el pasado mes de agosto por la insurgencia contra las fuerzas españolas en Qala i Naw (población de sólo 12.0000 habitantes), lugar en donde perdieron la vida dos guardias civiles y un intérprete español, se pudo observar por televisión cómo la población local se manifestaba profiriendo insultos contra la presencia de las tropas españolas. Ese hecho nos hace dudar cada vez más sobre que nuestras tropas, y en general las de la ISAF, sean tan queridas por los afganos como nuestros gobernantes nos intentan hacer ver.
De seguir más tiempo allá nuestra permanencia bélica en Afganistán dará ocasión a que pilotos que la OTAN entrena en Albacete, junto con los helicópteros de guerra que se fabrican en nuestra ciudad, sigan asesinando a inocentes ciudadanos civiles afganos ya que apretando el gatillo, fabricando armas consentidamente o permitiendo que la masacre continúe significará que Albacete no sólo será conocida internacionalmente por su Feria sino por ser uno de los lugares cómplices y estratégicos donde se cuece una guerra ilegal en la que cada día se asesina a civiles (recordemos que según estadísticas publicadas el año pasado por la prensa estadounidense, 7 de cada 10 civiles afganos asesinados por la OTAN son mujeres y niños).
Pese a tanta matanza y tanto ocultamiento a la ciudadanía sobre lo que verdaderamente está ocurriendo allá nos alegra que siga habiendo quien, de forma pacífica y noviolenta, se resiste a la mentira de la guerra; e incluso que haya quien, aun arriesgando su propia vida, logre que se filtren documentos en los que se desvela la verdad de lo que está pasando allá, que poco tiene que ver con lo que se nos cuenta oficialmente, como se ha podido comprobar con los 90.000 documentos que Wikileaks ha desvelado sobre el "Diario de la Guerra de Afganistán" en poder del Pentágono. Sirva este acto que nos reúne hoy domingo para recordar a aquellos miles de civiles que han perecido en todos estos años de guerra víctimas de la mentira y la estrategia geopolítica, así como para recordar a quienes no han dejado de protestar ante ello y a quienes, sobre el tema, abogan por la transparencia ante el ciudadano.
Finalmente nos preguntamos ¿Qué hacemos realmente en Afganistán?
Estamos formando a policías para que mantengan en el poder a un gobierno títere y corrupto.
Estamos beneficiando el crecimiento de la industria armamentística.
Estamos defendiendo el interés del capitalismo y del neoliberalismo.
Estamos ayudando al desarrollo del narcotráfico (pues desde la invasión a Afganistán se ha multiplicado allí su producción y venta en el mundo, sin olvidar el dato de que en aquel país se cosecha el 90% del total mundial).
Estamos sembrando más odio y asesinando a la población civil, que nada tiene que ver con l@s señor@s de la guerra de uno y otro bando.
Por eso, más que nunca, de forma pacífica y noviolenta, pero contundentemente, debemos seguir levantando nuestra voz contra ésta y las demás guerras.