lunes, 29 de diciembre de 2008

Concentración para condenar los ataques en la Franja de Gaza.

A las 12 de la mañana, en la puerta del Ayuntamiento de Albacete, alrededor de unas 30 personas se han concentrado para condenar los ataques en la Franja de Gaza y pedir el alto inmediato de los ataques. Tras la lectura del siguiente comunicado, se ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de todas las víctimas, de ambos bandos.

CONDENA DE LOS ATAQUES EN LA FRANJA DE GAZA.
Ante la gravedad de los acontecimientos de este fin de semana ocurridos en la franja de Gaza, la Plataforma Contra la Militarización de Albacete ha convocado esta concentración en apoyo del pueblo palestino y contra la desmesura del bombardeo israelí. Tras la lectura de este texto guardaremos un minuto de silencio y pediremos al Ayuntamiento pleno que repudie dichos ataques y, así, se sume -al igual que se ha hecho en otros lugares de la comunidad internacional-, a la condena de este acto genocida mediante un pedido oficial de cese el fuego por ambas partes y que, en nombre de Albacete, se atienda a los ciudadanos afectados en esa matanza, enviándoles medicinas y otros menesteres con los que socorrerles.

El movimiento revolucionario palestino Hamas decidió romper la tregua con el Estado de Israel lanzándoles una veintena de misiles, que causaron la muerte de dos niñas palestinas en suelo propio, por la trayectoria desviada de una de las bombas, y la muerte de una mujer israelí. El desproporcionado contraataque israelí, el más grave en los últimos 40 años, ha ocasionado, por su parte, unos 300 muertos y más de un millar de heridos palestinos hasta el momento, la mayoría de ellos civiles. Esa escalada de violencia en la región supondrá un nuevo retroceso en el esfuerzo por conseguir una solución pacífica del conflicto. Y quien más sufrirá las consecuencias será, otra vez, la población civil.

Los mísiles israelíes empezaron a caer justo cuando los niños regresaban de la escuela. Entre otros lugares, las explosiones ocurrieron en un patio de recreo infantil y en el atestado mercado de Diere Balah, que en ese momento estaba repleto de gente. En los hospitales no hay capacidad para atender a tantos heridos ni hay medicinas ni capacidad de tratamiento para todos. Los depósitos de la morgue están llenos de cadáveres.

Según leemos en diversas fuentes, entre junio de 2004 y hasta el final de 2007, los “temibles” cohetes de Hamas han provocado un total de once víctimas civiles israelíes y cinco palestinas. Desde que la población palestina en los territorios ocupados se levantó contra las Fuerzas Israelíes de Ocupación en septiembre del año 2000, han muerto 430 civiles israelíes en los diversos atentados y acciones armadas llevadas a cabo por todas las facciones de la resistencia palestina en su conjunto. En el mismo período, las Fuerzas Israelíes de Ocupación han asesinado a más de cinco mil civiles palestinos, entre ellos casi 900 niños (considerando como tales a los menores de 18 años no combatientes).

Pese a la reiterada condena internacional, Israel no ha dejado de efectuar acciones desproporcionadas y ataques contra el pueblo palestino, desoyendo a las Naciones Unidas y violando los Derechos Humanos y las leyes humanitarias pues, como sabéis, durante 41 años Israel ha negado el acceso a la ocupada Franja de Gaza a los medios de comunicación internacionales, a los defensores de los derechos humanos y a las agencias de ayuda hasta que, desde agosto de 2008, han podido atracar diversos barcos internacionales del Movimiento Gaza Libre.

Por todo ello mostramos nuestra más firme repulsa a los bombardeos en la franja de Gaza y nos solidarizamos con el pueblo palestino. Además, pedimos el cese inmediato de cualquier tipo de violencia por ambas partes antagonistas, que cesen inmediatamente todas las actividades militares y que nuestra ciudad envíe la ayuda necesaria a aquella población.
La Plataforma Contra la Militarización de Albacete, a 29 de diciembre de 2008.

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ORÍGENES DEL CONFLICTO A TENER EN CUENTA.

El conflicto israelo-palestino es uno de los más complejos del escenario internacional y la principal clave de la inestabilidad en Oriente Medio. El territorio conocido como Palestina es motivo de una disputa desde hace casi un siglo, y especialmente a raíz de la creación del Estado de Israel en 1948 y el abortado nacimiento del Estado árabe palestino.

En mayo de 1948, la comunidad judía declaró unilateralmente la creación del Estado de Israel, acto que desencadenó la intervención militar de los Estados árabes vecinos en apoyo a los palestinos.

Desde 1967 Cisjordania y la Franja de Gaza han estado bajo ocupación militar israelí. Este régimen ha supuesto el estado de excepción permanente (autoridades y legislación militar), la persecución de los nacionalistas palestinos, la apropiación de sus recursos naturales (tierra y agua), la gradual expropiación de tierras para la instalación de colonos (en 1997 había más de 150.000 colonos en los territorios ocupados y otros 170.000 en Jerusalén Este) y bases militares, la progresiva judaización de la parte oriental de Jerusalén (donde se pretende que la población árabe deje de ser mayoritaria), y, en fin, la total subordinación de la economía palestina a la israelí.

Mientras tanto, la oposición palestina se organizó en el exterior. Durante los años 70 y 80 del siglo XX la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), recompuso el tejido nacional palestino y organizó un Estado en el exilio que logró el reconocimiento y el apoyo internacional. La OLP combinó el encuadramiento de la población palestina refugiada, la acción diplomática y la lucha armada para liberar el territorio. Progresivamente la OLP fue aceptando la fórmula de la partición territorial pero exigiendo la materialización de los derechos nacionales del pueblo palestino: libre determinación, derecho a disponer de un Estado y retorno de los refugiados.

A lo largo de los años se han enfrentado principalmente dos fuerzas desiguales: el Estado de Israel y un movimiento de liberación nacional, encarnado desde hace 30 años en la OLP. Esta desigualdad ha permitido que Israel ocupase el territorio susceptible de ser la base del Estado palestino y mantuviera bajo control militar a la población árabe autóctona conculcando sus derechos fundamentales. La ocupación de Cisjordania y Gaza le ha valido a Israel la condena de la comunidad internacional, aunque ésta haya sido incapaz de imponer sus resoluciones.

Además, la cuestión palestina tiene una dimensión regional. La tensión entre Israel y sus vecinos incrementó los riesgos para la seguridad del área, en forma de militarización, presencia de población palestina refugiada y proliferación de grupos armados.

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