martes, 20 de noviembre de 2007

Navidad y Deseos de Paz. Angel Luíz Arjona Márquez.

Carta al director publicada por La Tribuna el 18 de noviembre de 2007.

Se acerca la navidad, época de buenos sentimientos y mejores acciones. ¿En serio? Pues contribuyamos todos a fomentar ese espíritu navideño. Yo me adelantaré con esta carta. Si Albacete es una ciudad para la paz quiero que lo sea de verdad, sin trampa ni cartón. Si tenemos un centro de interpretación y sensibilización para la paz quiero que se promueva la única interpretación posible para la paz; además quiero que sirva, realmente, para sensibilizar a la población en promover que los gobiernos reduzcan, progresivamente, el armamento mundial y la proliferación de bases militares.

Habrá quien se sienta indignado por lo que digo e incluso quien se pregunte si no pienso en el progreso de esta ciudad. Si es así, me alegraré mucho de reactivarle a más de una persona sus neuronas dormidas: la gente debe expresarse por sí misma y no por lo que otros le dictan. Mi regalo navideño para ellas y ellos es hacerles pensar.

Vivo en un lugar que, por ejemplo, dedica cinco veces más dinero público a la investigación militar que a la investigación científica sanitaria; y, en general, dedica a la investigación militar más del doble de los presupuestos destinados al Programa de Investigación Científica, de donde reciben dinero las universidades y el CSIC. Preferiría que ese dinero destinado al militarismo se invirtiera más en los retos que, día a día, debe afrontar el Estado: el calentamiento global y la desertización, la integración de inmigrantes y de otros colectivos, la violencia doméstica, el fracaso escolar, el desarrollo de energías alternativas. Creo que utilizar nuestro dinero en construir armamento más perfecto sólo conlleva a producir en las víctimas una muerte más sofisticada, pero no ayuda a promover la idea de ejércitos más humanitarios. ¿Qué más le da a las víctimas morir gracias a las mejores y más novedosas armas del mundo? Si ya has despertado, persona lectora, pregúntalo en Gernika, Hiroshima y Nagasaki, donde, en su día, ya se probó el armamento más desarrollado de la época. Además, puedes preguntar en lugares donde los países democráticos probaron recientemente la última tecnología militar, como en Gaza, Tel Afar, Faluya, Samarra, Nayaf, Grozni o Kandahar.

Afortunadamente hay gente que, en serio, piensa en la paz y en el desarme. Hace menos de un mes hubo un encuentro internacional de organizaciones eco-pacifistas y humanistas en la ciudad checa de Breznice. Allí se protestó por la próxima instalación de un radar de largo alcance que EEUU instalará como parte de su sistema nacional de defensa que, por cierto, incluye la construcción de 11 silos antimisiles en Polonia. Esa convocatoria contra la proliferación de armas nucleares y bases militares estuvo apoyada, entre otros, por el alcalde de Londres, Ken Livingstone, y por el de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, junto a más de 80 alcaldes checos y polacos que pertenecen a la Red de Alcaldes por la Paz, asociación en la cual, por cierto, no está integrada nuestra tan cacareada pacifista ciudad. También apoyó el acto Evo Morales, presidente de Bolivia, quien tiene un lema bastante claro para su programa Desnutrición Cero: «menos armas y más alimentos». Posiblemente la construcción e instalación de armas y de bases militares en ese lugar de Centroeuropa lleve más seguridad, trabajo y beneficios económicos a dichas localidades aunque, por ejemplo, no lo ve así la gran mayoría de la población checa. Claro, habrá quien diga que esta gente no piensa en el progreso de su ciudad. También aquí hay quienes llaman alarmistas y cosas peores a los que pensamos, como los checos, que el mundo se está colonizando militarmente poco a poco gracias a las excusas más peregrinas. Y encima hay quien se indigna porque lo vayamos diciendo. Por eso, como llega pronto la Navidad, le voy a pedir a los Reyes Magos una próxima concentración pacifista internacional en Albacete y, además, que en mi ciudad se promueva un programa de Educación para la Paz y la No Violencia. A ver si así se despiertan las conciencias dormidas. ¿Y tú qué te pides?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos mal que Arjona sigue al pie del cañón y dando guerra...
Enhorabuna y me han encantado tus reflexiones.