sábado, 19 de marzo de 2011

Ya ha comenzado la intervención en Libia.

En los próximos días escucharemos que la intervención en Libia es justa y necesaria. Es posible que incluso a algunos pacifistas les cueste encontrar argumentos en contra. Pero la intervención actual, los muertos civiles que ya ha habido y los que habrá, se deben en gran parte a la incoherencia y a la hipocresía de nuestros gobernantes.

En los últimos años, España ha recibido con los brazos abiertos a varios dictadores, entre ellos a Gadafi, aun sabiendo que en sus países se violaban sistemáticamente los derechos humanos; daba igual, se firmaban numerosos contratos comerciales, entre ellos de venta de armas. Armas que ahora pueden haber utilizado contra su población y que se fabricaron en nuestro país.

¿Acaso, con los mismos argumentos con los que se justifica la acción en Libia, no se merecerían una intervención similar los pueblos de China, Yemen, Arabia Saudí, Argelia, Guinea Ecuatorial, etc.? ¿No será que a Occidente le interesan más los yacimientos de hidrocarburos que los derechos humanos? ¿Acaso al recibirles como jefes de estado, venderles armas, comprar su gas y su petróleo no estábamos legitimando las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en estos países? ¿Acaso no se deberían haber comenzado las sanciones de la ONU y presión política hace unos años? ¿No podrían haber congelado las cuentas que Libia tiene en bancos europeos, llevar a cabo un embargo asfixiante, en definitiva, haber intervenido de forma pacífica hace años y haber evitado la situación que estamos viviendo ahora?

Ahora nos dicen, y a lo mejor es verdad, que esta intervención es inevitable, pero es que llevamos alimentando esta situación varias décadas. Gadafi no es el único responsable, los otros responsables viven muy cerca de nosotros, somos nosotros. Y al final, una vez más, nos daremos cuenta de que sabemos cuando empiezan las guerras, pero no cuanto terminan, que no son imparciales y que siempre, al final, quien más sufre es el pueblo. Por tanto, una vez más, ¡No a la Guerra, Parad las guerras!

Alberto Nájera López. Plataforma contra la Militarización de Albacete.


Publicado en La Verdad, 21/03/2011.