La Plataforma contra la Militarización de Albacete ha cumplido tres años trabajando y denunciando la progresiva militarización que está sufriendo nuestra ciudad y nuestra región. La actualidad avala las alarmas que encendíamos en 2007. El segundo curso del TLP celebrado en Albacete, (cancelados otros por la mala adecuación de las pistas con el consiguiente gasto, o incluso por el tiempo atmosférico), confirma nuestras peores previsiones. El ruido durante este mes de mayo ha superado con creces lo razonablemente soportable, el olor a queroseno y el estruendo de los reactores nos recuerda el compromiso de nuestra ciudad con los ensayos de guerra. La ciudad no duerme tranquila, y mucho menos, segura. Así hablamos también de los pueblos de la provincia, donde también hacen sus rizos, tirabuzones y escaramuzas peligrosas los aviones militares que tejen telas de araña en el cielo manchego.
En 2007 la situación económica no invitaba a la alegría, pero daba igual. Nuestros ilusos gobernantes se embarcaron en una vorágine de gastos que ahora deben pagar pensionistas y funcionarios, mientras otros nadaban en la vanidad de la defensa-ataque militar y el despilfarro. Entonces el PSOE, siguiendo la política del Euroejército firmada por Aznar, se comprometió, entre otras, a la compra de 24 helicópteros TIGRE por un valor de 1.350 millones de euros y asumió parte de los 21 millones que ha costado el traslado del TLP a nuestra ciudad.
La aplaudida retirada de las tropas de Irak no fue más que una pantomima, cuando ahora, la presencia en Afganistán es más abundante y ha supuesto un gasto desde 2002 de más de 1.500 millones de euros, (el equivalente a la reducción de los pensionistas); actualmente cuesta unos 250 millones anuales. Todas estas cantidades son aún más sangrantes en la actual situación de recortes sociales que vive nuestro país. Pero ahí no queda todo. Las recientes medidas de ahorro no han recortado el presupuesto del Ministerio de Defensa ni en un euro, siendo para 2010 de más de 19.000 millones. El número de parados en España supera ya los 4 millones, con esta cantidad cada uno podría recibir 4.750 €, o mejor, la población del planeta que vive en extrema pobreza se estima en 1.000 millones de personas; la división es sencilla: cada uno podría recibir una mínima ayuda de 19 euros. El gasto militar es desenfrenado y sobredimensionado y se está hipotecando así la defensa armada del país. ¿A qué juegan nuestros políticos? La guerra no es un juego y la tolerancia debería de ser “cero”. ¿Nos podemos gastar 20.000€ en 1 hora de vuelo de 1 avión?¿Qué prioridades tenemos como sociedad organizada?
Pero no sólo nuestros gobernantes nacionales gastan en la preparación de la guerra. Nuestras administraciones más cercanas destinan cantidades inexplicables para apoyar a empresas que fabrican armas como es el caso de Eurocopter en detrimento de los ciudadanos y empresas de la región. La Junta de Comunidades, recientemente, ha concedido más de 11 millones de euros a Eurocopter. Unos meses antes fue la Diputación de Albacete la que daba 50.000 euros para “deporte y cultura”, una vez más, en detrimento de los pueblos de la provincia, que probablemente hubieran invertido con alegría esa cantidad en los polideportivos de nuestras localidades, dando servicio a un gran número de ciudadanos.
Para colmo, ahora, cuando las medidas de recorte asustan a los pensionistas, es el Ayuntamiento de Albacete quien mueve ficha y despilfarra con ardor guerrero nuestro dinero. En una jugada de auténtico malabarismo entre PSOE e IU, se aprueban unos presupuestos que, si bien no recogen la partida de 800.000 euros que recibirá Air Nostrum como “subvención encubierta”, no son un “no rotundo” al militarismo. Este año pagaremos todos para que menos de 9 pasajeros al día, puedan seguir tomando un avión en un aeropuerto deficitario e inviable, pero que, al parecer, promete réditos, al menos, electorales. Si tenemos en cuenta que viajan al año unos 3.300 pasajeros, cada uno nos costará a todos los albaceteños la friolera de 240 €. No, interesa mantenerlo puesto que, según declaraciones de nuestra alcaldesa, “Eurocopter lo necesita”. Ni un aplauso se pueden llevar por acción los gobernantes del PSOE e IU, y por omisión soterrada los del PP de este truco político para que Eurocopter tenga pista de despegue. Unos y otros hacen de la demagogia barata una virtud que encubre los reales objetivos de militarizar la ciudad como una fuente de ingresos, disfrazando el progreso ambiental y social con una industria militar boyante y creciente.
Hace poco también leíamos una información titulada “El parque aeronáutico no despega”, pero no es por la ausencia de aeropuerto, ni de infraestructuras que vendrían de perlas a nuestra ciudad. No despega porque necesita de la inversión, el crédito y los fondos públicos para que entre todos financiemos sus escaramuzas bélicas y financieras. Invitamos a nuestros ciudadanos a que visiten el fantástico y “terrorífico” polígono aeronáutico para que vean dónde no está la crisis y dónde no se escatima euro alguno. Pueden esperar unos meses cuando la flamante autopista, que lo unirá con la ciudad y cuyo coste superará con creces la inversión en muchos barrios, sea una nueva prueba de para quienes trabajan nuestros políticos.
Afirmamos que esta no es la ciudad que se busca en la Agenda 21, esa declaración de equilibrio social, ambiental, económico y de PAZ y otras proclamas de intenciones. Albacete es una ciudad condenada con el militarismo, sumida en el despilfarro del dinero del contribuyente en armas, en detrimento de las gentes, los pueblos y la cultura de la región. Una ciudad y una región gobernada por políticos paticortos-mentales que se han plegado al interés de la industria de la guerra, mientras siguen diciendo que Albacete es una ciudad de Paz. Menudos jumentos.
Cada decibelio de los “motores de guerra” en Albacete, es un grito de dolor en otro punto del Planeta, bajo el dicho de “trabajo aquí y muerte allí”.