Albacete, esa ciudad conocida militar e internacionalmente por entrenarse los pilotos de la OTAN para bombardear en guerras ilegales como la de Afganistán; esa ciudad que, en un quiero y no puedo, va a intentar celebrar con grandes fastos el Tercer Centenario de su Feria mientras la crisis económica avanza galopante entre sus habitantes y en los presupuestos municipales; esa ciudad que habla de sostenibilidad y cambio climático pero fomenta un polígono aeronáutico y un aeropuerto civil deficitario a sabiendas de que la aviación es el medio de transporte más contaminante que existe; esa ciudad que calladamente, sin inmutarse a pesar de percibir el ruido y el olor que les anuncian, acoge de nuevo los graznidos de la muerte (*); Albacete, esa ciudad, recibió hace unos días al monarca español, que vino a inaugurar la sede de Eurocopter para hablarnos de la importancia que tienen los helicópteros tanto en el ejército como en otros cometidos de la vida civil. También acudió el presidente de esta Comunidad Autónoma y dijo, tras conocer que el Ministerio de Defensa ha encargado a la factoría albaceteña 9 helicópteros “ligeros”, que la noticia supone “seguridad, tranquilidad y la confirmación de que va a haber una carga de trabajo”. Otros Medios también recogen palabras suyas en donde afirma que 500 familias en Albacete viven gracias a Eurocopter.
Nosotros, desde Albacete por la Paz, le preguntamos a ambos así como al resto de políticos, empresarios y demás ciudadanos, cuántos miles de civiles tienen que seguir muriendo en países en guerra, cuántos “daños colaterales” más permitiremos, cuántas vidas hay que seguir arruinando para que aquí una multinacional dé trabajo a una plantilla de unas 500 personas, ya que una buena parte de los productos que les da de comer a esos empleados son helicópteros militares de ataque, los “Tigre”, probados por el monarca en Almagro hace unas semanas y que a partir de 2011 ó 2012 estarán operativos al menos en una guerra, la de Afganistán, en la cual 7 de cada 10 víctimas civiles que causan las tropas internacionales son mujeres y niños; una guerra que es ilegal según el recurso presentado ante el Tribunal Supremo por Justícia i Pau de Barcelona pues, como entre otras cosas que argumentan (**), la operación Libertad Duradera que se está llevando a cabo allí "nos la venden como una operación de seguridad cuando es una guerra de agresión que no se puede amparar con la legítima defensa"; una guerra que para el Estado español supone infringir al menos el artículo 63.3 de la Constitución Española, lo cual significa que, con sus declaraciones y actuaciones, el propio monarca, el resto de políticos y gran parte de nuestros conciudadanos están consintiendo dicha inconstitucionalidad.
También nosotros preguntamos a la sociedad en general si recuerdan el informe “Armas sin fronteras” de 2006, dentro de la campaña internacional “Armas bajo control” (***), en el que se acusa a diferentes multinacionales, entre ellas a Eurocopter, de vender tecnología y piezas de “doble uso” a países que no respetan los Derechos Humanos o que están sometidos a embargos de armas y en los que con dicha tecnología se fabrican armamentos.
Impunemente, con el consentimiento de nuestros gobiernos y eludiendo leyes y tratados nacionales e internacionales, seguimos fabricando armas, construyendo guerras. Por eso desde Albacete por la Paz seguimos preguntándonos una vez más hasta cuándo vamos a consentir a los consentidores que todo esto siga sucediendo.
Albacete por la Paz, 2 de mayo de 2010.
NOTAS:
(*) Del 26-IV al 21-V 600 militares de 8 países (Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Grecia, Italia, Hungría y España) se entrenarán de nuevo en Albacete. http://www.laverdad.es/albacete/v/20100427/albacete/arranca-segundo-curso-participantes-20100427.html
(**) Los argumentos en que se fundamenta el recurso contencioso-administrativo de Justícia i Pau de Barcelona (http://www.justiciaipau.org/noticies.es.shtml?x=10363):
1. La decisión de envío de tropas, que implica participar en una guerra, se ha realizado al margen de la Constitución española, el artículo 63.3 establece que «Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz ». Este artículo resulta aplicable porque Afganistán tiene lugar una guerra en la que la misión militar española se encuentra claramente implicada. A pesar de que el envío de tropas fue autorizado por el Congreso de los Diputados el día 18 de febrero, no se debatió formalmente como autorización a una declaración de guerra, no ha intervenido el Senado y tampoco lo ha autorizado el Jefe de Estado.
2. Las tropas españolas no pueden participar en una misión de la OTAN que se sitúa claramente al margen del Tratado del Atlántico Norte, ratificado por el Estado español. Los artículos 5 y 6 del Tratado del Atlántico Norte sólo contemplan el uso de la fuerza armada en el ejercicio del derecho a la legítima defensa ante un ataque armado a una de las partes en Europa o a América del Norte, y sólo hasta que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas haya tomado las medidas pertinentes.
3. La ISAF se encuentra subordinada a la operación Libertad Duradera del ejército de los Estados Unidos, dentro de la cual se integra de forma inseparable. Una prueba de ello es que el general norteamericano Stanley A. McChrystal es el Comandante de ambas operaciones. La operación Libertad Duradera es una guerra de agresión ilícita, ya que incumple de forma manifiesta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, dado que vulnera las condiciones a las que debe someterse el derecho de legítima defensa establecidas en los artículos 2.4 y 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
4. Las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autorizan el uso de la fuerza por parte de la ISAF son contrarias a la Carta de las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad no puede convalidar una guerra de agresión como es la guerra de Afganistán, ya que esto viola el contenido de la Carta de las Naciones Unidas.
(***) Sobre la campaña de 2006 “Armas bajo control”: http://www.lainsignia.org/2006/octubre/der_001.htm
También publicado por 3a Información y en Tortuga.