Al finalizar las obras en 2007, el coste total de la inversión del aeródromo del Pirineo aragonés supuso 45 millones de euros. Una de las últimas medidas anticrisis que ha efectuado Aena, responsable del aeródromo, ha sido prescindido de los controladores aéreos convencionales y va a implantar el sistema AFIS, en el que solo el personal de tierra ofrece a los pilotos información meterológica y del tráfico en ese momento. Es un sistema que se ha instalado en otros aeropuertos pequeños y aeródromos del país que restringe la operatividad. A día de hoy su futuro es incierto y mantiene el puesto de 17 trabajadores.
Pastor deberá lanzar desde cero este aeropuerto gestionado por Aena y propiedad de Fomento, ya que únicamente la compañía Aramón mantiene su vuelo desde Londres para los amantes del esquí. Pyrenair era otra aerolínea que circulaba pero que interrumpió su campaña en febrero, dejando en tierra a unos 1.800 esquiadores que ya tenían sus vuelos programados hasta mitad de marzo. Un descalabro que se sumó al cierre a principios de año de Top Fly, una escuela de pilotos que instruía a alumnos chinos.
En la zona aragonesa tampoco se llegó a aplicar nunca el plan con el que se construyó el aeródromo y que preveían rutas regulares con Madrid y Barcelona y unos 35.000 viajeros anuales. Entonces también esperaban que en 2014 hubiera seis rutas que multiplicaría por cinco los visitantes en tres años más. Sin embargo, en todo 2011 apenas han pasado 2.772 pasajeros por el aeropuerto, la mitad de los que viajaron el año pasado. Un auténtico fiasco.
El caso altoaragonés, extendido por todo el territorio
El caso del aeropuerto de Aragón no es excepcional en el resto de España. Otros, como el de Castellón, se inauguró y todavía no ha circulado ni un solo avión por él. La bonanza económica que acompañó a las dos legislaturas de Aznar desató una fiebre aeroportuaria por toda España. Hoy, Aena computa 49 aeródromos en todo el territorio español, sin contar con los que dependen en su totalidad de las comunidades autónomas. La situación actual es límite, y muchas ciudades mantienen sus proyectos vivos sin encontrar el modo de financiarlos. Las empresas privadas se han alejado de inversiones de tan dudoso retorno, y las administraciones públicas no atraviesan su mejor momento financiero.
Solo quince aeropuertos de Aena superan los 100.000 pasajeros mensuales. Entre los 20 aeródromos más deficitarios, suman 84.324 pasajeros en el mes de noviembre. Una auténtica ruina si se tiene en cuenta el coste de mantenimiento de dichos aeródromos. Un puñado más de viajeros que al de Huesca llegaron el mes pasado al aeropuerto de Albacete, que consiguió cerrar el mes con 186 billetes vendidos, un 83% menos que el mismo mes de 2010. Córdoba, con 850 y el helipuerto de Algeciras, con 1.769, son los que menos tránsito tuvieron durante el mismo mes. Por su parte, Salamanca solo sumó 1.892, 26 pasajeros más que el de Logroño-Agoncillo. Burgos y Reus se quedaron en torno a unos 2.000, con una media de unos 67 pasajeros al día.