Hoy, primer domingo de mes, nos hemos concentrado para mostrar nuestra indignación por las víctimas civiles del conflicto de Afganistán. No vamos a calificar la guerra de Afganistán como injusta, porque para quienes forman parte de Albacete por la Paz todas las guerras son injustas. Y lo son porque las consecuencias de las guerras no las sufren los culpables de las mismas, no las sufren los Bush ni los Aznar, ni los Obama ni los Zapatero, ni siquiera los Bin Laden ni los líderes tribales de aquella zona asiática. Las consecuencias las sufren los hombres y las mujeres, los niños y las niñas. Las sufre la sociedad civil, el pueblo llano.
En 2009 murieron en Afganistán 153 niños y niñas víctimas de los ataques directos de la OTAN, en una guerra como la que venimos denunciando desde el principio, nuestros civilizados ejércitos califican de “inevitables y lamentables daños colaterales”.
También hubo 90 víctimas civiles en septiembre debidas al ataque, contra una boda, de dicha organización armada, ordenado esta vez por los mandos alemanes; y como su primera reacción fue ocultarlo a la opinión pública, una vez que se dio a conocer la masacre tuvieron que dimitir miembros del gobierno alemán. Que se sepa oficialmente, a finales de febrero de este año se contabilizaban ya alrededor de 50 civiles masacrados en distintas incursiones directas de las fuerzas de la OTAN, en alguna de ellas incluso afirmando la Alianza que no se trataba de errores (según noticias aparecidas el 15 de febrero), sino de una acción premeditada. Podríamos seguir enumerando cifras de muertos y heridos civiles que cada año causan la OTAN y sus aliados “salvadores”, pero no se trata de convertir a las víctimas en números, sino de que las conciencias piensen que detrás de cada fallecido civil quedan familias rotas, sufrimiento y dolor, mucho dolor, que podríamos evitar no fomentando guerras que sólo favorecen a corporaciones y a empresas multimillonarias que cada vez lo son más debido a los intereses que genera la industria armamentística y el control de los recursos energéticos.
Por nuestra parte nos negamos a calificar con el eufemismo “daños colaterales” lo que en realidad está siendo un incesante asesinato de inocentes que debería llevar a sus responsables ante los Tribunales Internacionales de Justicia.
Albacete por la Paz y la Plataforma también quieren denunciar la doble moral que impera en la sociedad occidental, en la española y, más concretamente, en la albaceteña; por eso nos preguntamos qué ocurriría si las diarias víctimas civiles de las que estamos hablando, que van engrosando los listados de la morgue en vez de reducirlos, fuesen ciudadanos civiles estadounidenses, europeos o israelíes… Debido a esa indiferencia que siente la mayoría de nuestros conciudadanos ante ciertas guerras sí, y ante otras guerras no (dependiendo del oportunismo político), nos da la impresión de que los muertos civiles de otros lugares les doliesen o importasen menos que cuando fallecen ciudadanos occidentales, en general, o españoles, de forma más particular, a causa de las guerras.
Finalmente queremos recordar que una parte de los pilotos de la OTAN, esa organización armada que causa estos terribles “daños colaterales” (también definidos como “asesinatos entre la población civil” según quién cuente la versión de los hechos), se entrenan en nuestra ciudad. Asimismo recordamos una vez más que muchos helicópteros TIGRE “made in Albacete” serán destinados a Afganistán el próximo año y mientras allá continuarán provocando más muerte y destrucción, acá producirán empleo y dinero manchados de sangre, lo cual hay que agradecer a nuestros gobernantes que han convertido a Albacete en una ciudad de, y para, la guerra.
Por eso desde Albacete por la Paz y la Plataforma contra la militarización de Albacete seguimos diciendo ¡PARAD LA GUERRA! Y pedimos, como está ocurriendo en otros lugares, el regreso de las tropas.
NO A LA GUERRA. Albacete desvinculada de la guerra.
Albacete por la Paz, Plataforma contra la Militarización de Albacete
Albacete, a 7 de marzo de 2010.