Albaceteños de bien.

Uno de los fines que perseguía Paco Pardo al traer a Albacete la Escuela de Pilotos de la OTAN (TLP) era que el nombre de nuestra ciudad resonara por todos los confines del planeta. A estas alturas ya sabrán todos ustedes que ese objetivo se ha cumplido sin necesidad de que lleguen a sobrevolarnos esos estruendosos y mortíferos cacharros, sino gracias a los diez paisanos detenidos a las puertas de la sede de la OTAN en Bruselas. Ahí es nada: diez albaceteños, algunos catalanes y vascos, y varias docenas de pacifistas más de diecisiete países del mundo. Antes, la policía belga se empleó con perros, porras, cañones de agua y caballos, todo para defender a la pobrecita OTAN de unos cientos de manifestantes.

El alcalde saliente y diputado entrante, Manuel Pérez Castell, ya dijo el año pasado que «Albacete trabaja para la paz en el mundo, y quien diga lo contrario miente». Desde luego, Manuel, desde luego, ahí tiene usted el ejemplo: Albacete, récord de detenidos en Bruselas por defender la paz. Claro, que ese trabajar por la paz de Castell, o el conocimiento de Albacete en el mundo, del que habla Paco Pardo, en realidad no están relacionados con las actividades de los pacifistas, sino todo lo contrario. Para ellos la defensa de la paz la representa una organización militar que invade países y se lucra con el comercio de armamento, y que entrenará a sus pilotos en Albacete por la gracia del gobierno del PSOE.

Quizá alguien piense que en Bruselas estarán llamando a estos dos políticos para preguntarles cómo es posible que los albaceteños hayan protagonizado las protestas contra la OTAN, cuando antes Castell y Pardo habían afirmado públicamente que la ciudad estaba absolutamente encantada con la llegada de la Escuela de Pilotos. No se preocupen: en Bruselas ya sabían que a miles de albaceteños no les gusta su Escuela. ¿Por qué habría de importarle a la OTAN la opinión de los pueblos, si ésta no le importa ni a algunos partidos que los gobiernan? En 1986 el pueblo español votó en referéndum y dijo que no quería pertenecer a la organización militar de la OTAN y esa decisión se la pasaron por el forro PP y PSOE. Sobre el TLP no se atrevieron a informarnos ni a preguntarnos. Se imaginan la pregunta «a ver, a ver, ¿quieren ustedes una Escuela de Pilotos que ya han echado de Alemania, que se va de Bélgica, y que ningún otro país de Europa quiere? ¿A que sí?».

Desde Puente Madera deseamos felicitar a esos diez paisanos -ciudadanos del mundo a la vez- que han tenido la coherencia y la valentía de decir en el corazón de Europa que no queremos OTAN y que, por lo que nos toca, en Albacete no queremos TLP. Nos gustaría que las generaciones futuras los tomaran como otro ejemplo de lo que puede entenderse como albaceteños de bien.

Colectivo Puente de Madera