Ayer domingo, 21 de febrero, se ha realizado una repoblación en el término de Pozo Lorente, en una finca colindante con el campo de maniobras del ejército, que fue destruida por el mayor de los tres incendios originados en la instalación militar y que provocó la pérdida de más de mil hectáreas de pinares y monte mediterráneo de enorme valor ecológico. Dicha repoblación se ha realizado por miembros de los distintos grupos que forman la Plataforma por la Desmilitarización de la Sierra Procomunal de Albacete, en una acción que alcanza su 14ª edición.
Sin embargo, este año no ha sido posible llevar a cabo la repoblación en el interior de la zona de reserva militar, al haberse llevado a cabo por el Ministerio de Defensa un vallado en todo el perímetro del campo de maniobras (más de cien kilómetros) sin ningún tipo de evaluación ambiental y con un tipo de malla que está prohibido en las fincas particulares, por los daños a muchas especies de aves y a la libre circulación de los mamíferos de mayor tamaño. Esta es una prueba más del poco respeto a las leyes ambientales en estas instalaciones y por esa institución que tantas veces ha hecho alarde de su sensibilidad por la conservación de la naturaleza.
Por este motivo, este año, la repoblación se ha realizado en una finca de Pozo Lorente de propiedad particular, que resultó afectada en su totalidad por el incendio originado el pasado mes de agosto en el campo de maniobras y cuyas causas aún no han sido aclaradas, como indicó el consejero de Desarrollo Rural, el señor Guijarro en una rueda de prensa lamentable hace unos meses. En todo este tiempo, el ministerio de Defensa no se ha dirigido a los afectados por el incendio para indicarles cómo se va a desarrollar la regeneración de los montes, cuyo aspecto es desolador, como se pude ver en las fotos que acompañamos.
Al daño que esta instalación ha producido en las actividades tradicionales de esta comarca desde hace décadas, se suman los cada vez más frecuentes incendios producidos por la explosión del material dispersado en las maniobras y la irresponsable realización de prácticas de tiro en los meses de verano, cuando la vegetación está seca y las temperaturas superan los 40ºC. Resulta curioso el empeño que ponen los mandos militares de la instalación cuando llevan a cabo sus acciones de plantación de árboles, pinos en su mayoría, y la falta de información de los daños causados por los incendios, incluso a la misma administración municipal y autonómica, que tampoco pone demasiado interés en pedir explicaciones, como ocurrió este verano pasado.
Este año se han plantado unos ciento cincuenta ejemplares de varias especies como sabina, encina, tomillo o durillo, y han participado treinta y cinco personas de los distintos colectivos que forman la Plataforma. A lo largo de estos catorce años se han plantado más de tres mil ejemplares de unas diez especies de árboles y arbustos autóctonos.
Por este motivo, este año, la repoblación se ha realizado en una finca de Pozo Lorente de propiedad particular, que resultó afectada en su totalidad por el incendio originado el pasado mes de agosto en el campo de maniobras y cuyas causas aún no han sido aclaradas, como indicó el consejero de Desarrollo Rural, el señor Guijarro en una rueda de prensa lamentable hace unos meses. En todo este tiempo, el ministerio de Defensa no se ha dirigido a los afectados por el incendio para indicarles cómo se va a desarrollar la regeneración de los montes, cuyo aspecto es desolador, como se pude ver en las fotos que acompañamos.
Al daño que esta instalación ha producido en las actividades tradicionales de esta comarca desde hace décadas, se suman los cada vez más frecuentes incendios producidos por la explosión del material dispersado en las maniobras y la irresponsable realización de prácticas de tiro en los meses de verano, cuando la vegetación está seca y las temperaturas superan los 40ºC. Resulta curioso el empeño que ponen los mandos militares de la instalación cuando llevan a cabo sus acciones de plantación de árboles, pinos en su mayoría, y la falta de información de los daños causados por los incendios, incluso a la misma administración municipal y autonómica, que tampoco pone demasiado interés en pedir explicaciones, como ocurrió este verano pasado.
Este año se han plantado unos ciento cincuenta ejemplares de varias especies como sabina, encina, tomillo o durillo, y han participado treinta y cinco personas de los distintos colectivos que forman la Plataforma. A lo largo de estos catorce años se han plantado más de tres mil ejemplares de unas diez especies de árboles y arbustos autóctonos.
Más información: Ecologistas en Acción.
